martes, 26 de febrero de 2013

Salón Bizkaivinos 2013. La crónica



Situado en el antiguo astillero Euskalduna se erige el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna Jaureguia Bilbao desde 1999, y ayer, 25 de febrero, reunió más 100 bodegas en el XV Salon de Bizkai-Vinos. Personalmente, no creo que se pueda elegir un sitio mejor para juntar a expertos y aficionados del vino. El Euskalduna es un buque insignia de Bilbao y Manu Martin fue ayer su capitán conduciendo la nave en cuya bodega se guardaba una selección que haría las delicias de los amantes del vino.
En su afán divulgativo, Manu Martin organiza estos eventos como punto de encuentro entre hosteleros, bodegueros y aficionados. Ya os comentamos, cuando hablamos de Enolia, la falta que hay de este tipo de eventos para promocionar el vino, por lo que se agradece el esfuerzo que se hace para organizarlos. Vaya por delante la felicitación a Manu Martin y demás responsables por este tipo de actos. Y como no podía ser de otra manera, los ResCatadores estuvimos presentes probando los excelentes caldos que nos presentaron. Lamentamos que nuestra crónica no pueda ser exhaustiva, por motivos meramente de salud.



Y puestos a navegar decidimos atracar nuestro barco en el primer puerto, ya bien conocido por nosotros, una bodega de la que hablamos como si fuera de la familia. Juan Gil. Aunque sería más propio hablar de la Familia Gil y de OROWINES porque se vinieron con un cargamento importante de su bodega como podéis ver en las fotos. Jumilla, Calatayud, Almansa y Castilla y Leon estuvieron presentes.


Trazamos el rumbo y comenzamos nuestra particular expedición por un vino que recientemente ha adquirido notoriedad tras acompañar una de las cenas de gala en los Oscar, Honoro Vera 2012, de Bodegas Ateca. Un garnacha fresco, muy fácil de tomar y con su característico color picota y aroma de frutos rojos. A continuación fue el turno del Tridente Mencía, un vino de la tierra de Castilla y León elaborado con uva del Bierzo. Si bien la característica fuerza que distingue a esta uva es motivo de no complacer todos los gustos, en este caso lo fue de descubrimiento de nuevos sabores, resultando ciertamente sabroso.


Con nuestra brújula siempre orientada retornamos por la Bodega Ateca siendo el momento de su Atteca (del que por cierto tengo una botella guardada y que tras el evento ansío el momento de descorchar), uno de los vinos que más me ha gustado. Llena la boca, frutal y equilibrado con la crianza de 10 meses, y un final que no termina. Nos abrió el paso a Atteca Armas, el hermano mayor con un sabor más mineral y aún teniendo más meses de barrica, es de paso fácil en boca. Pese a la disparidad de opiniones entre los tripulantes de por cual inclinarnos de los dos, ambos unos vinazos de Calatayud. Admitimos que quizá al Armas le hiciera falta una decantación tranquila para una mayor explosión de su sabor y disfrutarlo de forma plena.

Zarpamos temporalmente de la Familia Gil para pasar a la Bodega Heretat de Cesilia, dónde nos brindaron la oportunidad de probar un par de tintos (no catamos el blanco y el rosado dado el rumbo que habíamos seleccionado); Ad Gaude Heretat 2007 y Ad Gaude 2005. Vinos aromáticos, típicos de tierras alicantinas y llenos de matices que se entienden con la variedad de uvas seleccionadas; Cabernet Sauvignon, Monastrell, Syrah y Petit Verdot para el primero y Monastrell, Syrah, Petit Verdot para el segundo. Este último el que más nos gustó, sabroso, potente aunque algo alcohólico tal vez para mi gusto.


Dejando a estribor los Riojas más clásicos y con el fin de que nuestra expedición alcanzara nuevas fronteras, nos trasladamos a Bodegas Luis Cañas. Si, ya sé que es bodega riojana, pero en esta ocasión degustamos los recientes riberas en que están trabajando. Tal es el caso del CAIR, un 100% tempranillo con 14 meses de barrica. Fue casi como encontrar un riojano que se siente cómodo afincado en Valladolid, como en casa, pero con personalidad propia. Muy rico. Tienen una producción escasa pero creo que con lo catado se consolidarán y aumentarán porque hay buena cepa.

No pudiendo resistir la tentación ante el ofrecimiento de los amigos de CVNE, nos deleitamos con el Viña Real Oro Reserva 2006 que por clásico no pasa de moda y es un vino con el que acertar en una comida. Por otro lado saboreamos el Contino en su variedad de Garnacha. Hay que ver lo que se puede hacer con esta uva, que si bien no es siempre del gusto de muchos, a mí personalmente me gusta. Un ejemplo de trabajo bien hecho, como lo demuestra Bodegas CVNE

Levamos el ancla y nos dirigimos a Cigales para probar el Hiriart, de la bodega que le da el nombre, con opinión distinta entre los ResCatadores, pero que visto el precio que ronda se me antoja muy buena valoración calidad precio. En lo que si estuvimos más de acuerdo es que su compañero de stand resultó más interesante, Sinforiano 2009 Crianza de la bodega homónima que, como veis, lucia con orgullo un premio reciente.
Por el camino a otros stand hicimos algunos una breve parada en una bodega riojana muy conocida ya por nosotros que es la de Pierola (aunque reconozco que este vino me lo descubrió mi novia hace tiempo en una de sus incursiones independientes en este mundillo). Probamos el Reserva 2004 y el Vitium. Aunque tal vez no descubrimos nada nuevo en estos vinos, son unos clásicos de Rioja que nos encantan y la parada fue obligada. Para mí es un vino a reivindicar en los bares si es que uno es fiel a esta Denominación.




Una muy interesante parada fue el stand donde probamos La Malkerida 2011, y el Sueño de Bruno 2010, de la bodega valenciana de Bruno Murciano y David Sampedro. Ambos vinos monovarietales bobal. La Malkerida, con un espectacular diseño de etiqueta, debe su nombre de esas cepas que nadie quiere, y que los propietarios decidieron tratarlas con mimo y elaborar un vino fresco y muy fácil de beber. Acertaron


El Sueño de Bruno, también gustó, algo más complejo que el anterior, más hecho. Entre estos dos, quizá me quede con La Malkerida. Junto con los Ad Gaude y el Sinforiano 2009, para casi todos de los ResCatadores que estuvimos, fueron las buenas sorpresas de la tarde.
Un tema a destacar positivamente es que los vinos que se mostraron en Bizkaivinos eran en su mayoría de precios más que razonables, pocos pasaban de los 20 euros, y muchos estaban en torno a los 8-12 euros. Aspecto éste fundamental si quieres entrar en un público tan reacio a probar cosas nuevas.


Para terminar, cerramos nuestra travesía volviendo al puerto de partida de nuestra andadura, donde resCatamos al Comoloco, de Bodegas Juan Gil, vino este que en una publicación reciente (el GPS de El Correo) el propio Manu Martín recomendaba. Como todos los de esta bodega, me encantó. Muy sencillito, eso sí.
Y con estos echamos el cierre a la visita, que hay que reconocer que la cosa empezaba a torcerse.
Esperamos regresar el año que viene, y a los próximos eventos que se organicen por la zona.




















2 comentarios:

  1. Bueno, bueno, bueno! Impresionante vuestro relato, me ha dado la sensación de estar allí en persona!! Por desgracia este año no ha podido ser, pero después de leer esta crónica a dios pongo por testigo de que el año que viene no me lo pierdo, vaya envidia! :-)
    Muchas gracias ResCatadores y enhorabuena por el blog!

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  2. Me gustan vuestros comentarios, sobre todo los relativos a precio-calidad. Gracias a vosotros me atrevo a probar vinos distintos a los riojas( mis preferidos) he encontrado alguno realmente bueno. Un saludo.

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