ResCatadores de vinos: Perafita 2008

Escrito por José Ignacio Rojo

La primera vez que visité el Cap de Creus, en el vértice nororiental de la península, me vino enseguida a la memoria aquella canción que Mecano dedicó a Salvador Dalí y en la que se hacía referencia a la "mágica luz en Cadaqués". Se trata sin duda de un lugar diferente, una mezcla de mar Mediterráneo y terrenos escarpados que ha conseguido preservar su encanto pese al atractivo que supone a nivel turístico e inmobiliario. A lo mejor incluso llegué a pensar que en un sitio como aquel cualquiera podría encontrar inspiración para la pintura, cualquiera menos yo y mi inexistente talento, por supuesto.

Hoy rescatamos un vino poco conocido de la Denominación de Origen catalana Empordà, el MF Perafita en su añada 2008, un tinto de la bodega familiar Martín Faixó ubicada precisamente en la localidad de Cadaqués.

La DO Empordà cuenta en la actualidad con 1.786 hectáreas de viña y 49 bodegas, unos números discretos para una región que se afana en ofrecer tipicidad pese a que las variedades de uva foráneas son mayoría en el territorio. El rasgo climático que mayor identidad confiere a esta región es la tramontana, un viento fuerte del norte que azota los cultivos pese a que disfrutan de inviernos suaves y veranos calurosos, además de unas precipitaciones anuales de 600 litros/m2.

El Celler Martín Faixó ocupa una masía del siglo XIV y explota 11 hectáreas de viñedo situadas a casi 300 metros de altitud sobre terreno de pizarra, plantado con variedades tan dispares como Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha en uvas tintas, y Picapoll y Moscatel de Alejandría en el caso de las blancas. Con todo ello elabora 6 vinos diferentes, dos tintos, un blanco, un rosado y dos dulces.

El que hemos probado en esta ocasión es uno de los tintos, concretamente el segundo vino de la bodega. De él se elaboraron en el año 2008 algo más de 13.000 botellas, y se trata de un coupage de Cabernet Sauvignon (47%), Garnacha (36%) y Merlot (17%). Es de color cereza intenso y capa alta (la capa hace referencia a la opacidad del vino). La nariz es principalmente frutal, con la proporción justa de aportación de la madera (el vino permaneció 11 meses en barrica) y un toque mineral que lo hace más interesante y complejo. El paso por boca es muy agradable, potente pero dócil al mismo tiempo, sin aristas.

Una hora después de abierto descubrimos que el vino evoluciona positivamente, por lo que puede ser recomendable un leve decantado, o al menos abrirlo con un poco de antelación. Lo compramos a través de Internet en una tienda on-line y no es barato, cuesta unos 17 euros. En estos casos uno nunca sabe si los vinos salen ya caros de bodega o se convierten en caros a través de los sucesivos canales que atraviesan antes de llegar al consumidor final.

Además de este Perafita la bodega elabora otro morapio, Cadac, de escasa producción (unas 6.000 botellas) y al que intentaremos echar pronto el guante para comentarlo aquí.