martes, 29 de enero de 2013

Salón Enolia Bilbao: La crónica


Escrito por Jose Ignacio:

Desafortunadamente no es Bilbao una plaza en la que los eventos relacionados con el mundo del vino estén a la orden del día. La tradición culinaria que destila el Botxo, su buen nivel gastronómico, y sobre todo la implicación de los bilbaínos en todo lo que tenga que ver con sentarse a una mesa, no se ve después reflejado en un impulso decidido a las actividades de promoción del sector vinícola. Apenas un par de eventos o tres, concentrados en los primeros meses del año, constituyen un pequeño oasis en el desierto de la ciudad.
Ayer día 28 de Enero se celebró en el Hotel Domine el Salón Enolia, uno de esos encuentros que ponen en valor a los profesionales que trabajan en el sector, bodegueros, distribuidores, comerciantes y hosteleros entre otros, pero que también dan una pista sobre el interés real que el vino despierta en los aficionados. Y es que pese a ser Enolia un evento centrado principalmente en el ámbito profesional, a las 8 de la tarde el local donde se celebraba el acto estaba abarrotado de público, muchos de ellos simples aficionados y amantes del vino.
Enolia es un encuentro modesto, alejado de la pompa que puedan tener otros eventos de ámbito nacional, pero también es un escenario cercano donde poder conocer, de primera mano y sin agobios, las novedades que las bodegas ponen a disposición de los consumidores. Así es que allá que nos fuimos Los ResCatadores de vinos para ver de qué se hablaba y qué se bebía en el lugar, para poder después contarlo aquí. Por supuesto no se trata de un recorrido completo, más que nada porque nuestro hígado se resentiría un pelín, y tampoco es plan de maltratarlo. Que nos perdonen los vinos ausentes, pero es todo lo que pudimos probar en la hora y media que estuvimos.


Comenzamos con los blancos por aquello de seguir la doctrina clásica, y nos empujamos al gaznate el txakoli K5 2011, proyecto en el que está implicado el cocinero Karlos Argiñano. Se trata de un monovarietal de Hondarribi zuri de la D.O. guipuzcoana Txakoli de Getaria. Un blanco fresco, con buena acidez y una estructura superior a la de los txakolis tradicionales. Continuamos con un albariño, el You&Me, un vino pensado principalmente para el sector hostelero y en servicio por copas. Su desenfadada etiqueta sugiere que el público al que va dirigido es un segmento joven, entre los que el vino se destina a los momentos de ocio. Se trata en este caso de un vino muy agradable, aromático, de paso fácil y perfecto para acompañar por ejemplo unos rollitos de sushi. Para cerrar el capítulo de vinos blancos (nosotros somos más de tinto) el Chardonnay de Otazu, más complejo que el anterior, un vino diferente capaz de aguantar una comida completa.
Y llegamos a los tintos con el Abadía Retuerta Selección Especial 2009, un tinto cremoso, quizá todavía un poco falto de botella pero ya disfrutable. Paramos después un buen rato en el stand de Borsao, una de las bodegas que han destacado en el último año después de que Robert Parker considerara a una de sus creaciones, el Borsao Selección 2011, como mejor vino tinto del mundo en relación calidad-precio. Este no lo probamos porque lo tenemos más que estudiado y nos encanta, pero dimos buena cuenta de Bole 2010, Berola 2011 y Tres Picos 2011. Aquí hubo división de opiniones sobre cuál nos gustaba más, Berola tiene un aporte muy superior de madera, y Tres Picos es una garnacha muy especial. En fin, para gustos los colores.
Le tocó el turno ahora a una de las bodegas que siempre seguimos con atención, Finca La Emperatriz, situada en el extremo noroccidental de la DOC Rioja. Se presentó en el Salón con sus vinos crianza 2009, reserva 2007 y garnacha de cepas viejas 2009, privándonos de sus estupendos Terruño y Parcela Nº 1. En cualquier caso los tres rayaron a buen nivel, exhibiendo expresiones de la tempranillo y garnacha diferentes a las que estamos habituados en los Riojas tradicionales.
Y para visiones de Rioja más tradicionales, la que nos presenta El Primavera 2011, un 100% tempranillo con breve paso por madera de sólo 5 meses que le confieren un punto levemente tostado sin perder frescura.
Uno de los vinos que era novedad para nosotros, el Merula 07, un monovarietal de Merlot etiquetado como vino de mesa en el Penedés catalán, tostado y licoroso, resultó ser un tinto prometedor. Novedad era también el Roble de Colonias de Galeón 2009, un coupage sevillano de cabernet franc, tempranillo, merlot y syrah. Estaba bastante reducido y no pudimos apreciarlo bien, pero daba la impresión de ser un vino atlántico, todos nos sorprendimos al conocer su procedencia. En su mismo stand estaba Ritme 2011 del Priorato, tal vez el vino que más nos gustó de todos los que probamos, con la mezcla clásica de esta D.O., garnacha y cariñena.
Un breve paso por las propuestas de la Bodega Luberri (Biga es uno de nuestros vinos de cabecera) y enfilamos ya la recta final, con Angosto tinto, de Valencia, y 12 lunas tinto del Somontano, con disparidad de criterios a la hora de valorar tal vez motivado por el cansancio.
Así es que hasta ahí pudimos probar, no hubo tiempo para más pero salimos encantados con la oportunidad que nos brindaron de conocer nuevos vinos y gente interesante con cosas que contar. Los que no pudisteis asistir, que sepáis que Enolia cuenta también con ediciones en Vitoria y Donostia, el 11 de Marzo y 15 de Abril respectivamente. Desde luego nosotros lo recomendamos.





1 comentario:

  1. Hola! Parece que además de pasarlo bien añadistéis unos cuantos vinos a la lista de recomendables. Este fin de semana cumple de mi padre regado con Ritme 2011!
    Gracias por el Tip!

    ResponderEliminar